El oro más brillante se opaca y es necesario pulirlo.
Las herramientas de acero más resistentes

pierden el filo y es necesario afilarlas.
El mejor acumulador se agota y es necesario cargarlo.
Todo buen negocio requiere de un examen mensual.

Lo mismo pasa con mi alma inmortal.
Mis altos ideales pueden deteriorarse.
Mi fuerza de voluntad puede perder algo de su "filo".
Mi sensibilidad espiritual puede "debilitarse".
Mis buenos propósitos pueden "agotarse".
El negocio de mi salvación necesita un "examen" constante.

Como hombre verdaderamente prudente e

interesado en su bienestar,
me propongo cultivar una frecuente

"conferencia de paz" con Dios.

 

¡Dios les bendiga!

Amén