"Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios" Hebreos 12:2
 
¿Has visto alguna vez a Dios con tus ojos? La Biblia dice que nadie ha visto a Dios (1 Pedro 1:8). Esto da pie a uno de los mas fundamentales principios que todo cristiano debe seguir: caminar por fe y no por vista (2 Corintios 5:7).
 
A lo largo de todas las escrituras, se nos insta a caminar por fe, creyéndole a Dios, teniendo cuidado de discernir todo de lo que nos rodea. Sin embargo, un viejo truco de enemigo es engañarnos a través de lo que ven nuestros ojos. "No todo lo que brilla es oro", es un dicho común; la misma Biblia dice que Satanás se viste como ángel de luz (2 Corintios 11:14). Eva fue tentada a través de sus ojos "y vio que era agradable" (2 Corintios 11:3) El rey David "vio" a Betsabe por la ventana. (2 Samuel 11:2) Pedro "al mirar las fuertes olas", cayó (Mateo 14:31) etc. A lo que vamos es que las más grandes caídas comienzan a través de lo que entra por nuestros ojos. El adversario aún con Jesús intentó usar esta técnica, pero falló (Lucas 4:6). Nuestras decisiones hermanos, no pueden basarse solamente por lo que ven nuestros ojos. ¿Cuántas veces hemos sido engañados por seguir lo que le gusta a nuestros ojos? Por ejemplo, ¿dónde nacen las compras compulsivas, los gastos innecesarios, y otras tentaciones? Y uno de los más grandes peligros es que CRISTIANOS, nacidos de nuevo, llenos del Espíritu Santo tomen sus decisiones de esta manera. El cristiano sigue a Dios por fe como lo hizo Moisés (Hebreos 11:24-27). No podemos tomar decisiones por vista. Eso es contrario a la fe "Es pues, la fe, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve"(Hebreos 11:1). No con esto queremos que desconfíes exageradamente de todas las cosas de la vida, sin embargo, los deseos de los ojos (2 Juan 1:16) son del mundo. Vivimos en tiempos peligrosos, y necesitamos ser cada vez más prudentes, no dejándonos llevar por lo que nuestros ojos desean.
 
Oremos: Padre, te pido en el nombre de Jesús que me ayudes y fortalezcas, para que no me deje llevar por lo que ven mis ojos. Enséñame a caminar día a día por fe, en el nombre de Jesús.
 
¡Dios les bendiga!
Amén