Yo no entiendo a la gente grande...
Porque tapa la luz del Sol.
Quitan las flores de las plantas para dejarlas marchitar en un jarrón y enjaulan a los pajaritos.
Porque han pintado todas las cosas de gris y han llenado el cielo de antenas y chimeneas.

 

Yo no entiendo a la gente grande...
Porque se creen importantes, por el sólo hecho de ser grandes.
Porque no me dejan caminar descalzo, ni chapotear en la lluvia.
Porque me compran juguetes y no quieren que los use porque se rompen.

 

Yo no entiendo a la gente grande...
Porque le han puesto nombre difícil a las cosas sencillas.
Porque se pegan entre ellos o pasan la vida discutiendo.
Porque quieren empleos importantes y pasan la vida sentados en sillas.

 

Yo no entiendo a la gente grande...
Porque no sienten el placer de perder el tiempo mirando alrededor y son incapaces de dar vueltas en un carrusel.
Porque cuando me porto mal me amenazan con una inyección y cuando me enfermo, me dicen que una inyección me va a poner bien.

 

Yo no entiendo a la gente grande...
Porque quieren que coma con horarios y no cuando tengo hambre.
Porque cuando pregunto algo no me contestan, porque soy muy chico y cuando pido un chupete, me dicen que soy un grandulón.

 

Yo no entiendo a la gente grande...
Porque siempre se hacen los lindos o serios.
Porque dicen mentiras y ellos mismos no se las creen.
Porque cada vez que mienten me doy cuenta y sufro mucho.

 

Yo no entiendo a la gente grande...
Porque me dicen miedoso y ellos me hablaron de cuco y fantasmas.
Porque me piden que sea buenito y me regalan para jugar, revólveres, dardos, flechas y escopetas.
Porque han llenado la casa de cristales, porcelanas y cosas que se rompen y ahora resulta que no puedo tocar lo que veo.

 

Yo no entiendo a la gente grande...
Porque perdieron las ganas de correr y saltar.
Porque olvidaron las cosas que tanto les gustaba de chicos.
Porque antes de reírse le piden permiso al reloj.

 

Yo no entiendo a la gente grande...
Porque cuando hago algo malo, me dicen: "No te quiero más" y tengo miedo de que me dejen de querer en serio.